Cuando hablamos de educación personalizada tendemos a pensar en una educación aislada del ámbito social educativo, en una educación fuera del aula, sin contacto con otros compañeros y solo alumno – profesor. Sin embargo si pensamos en una educación social nos imaginamos un aula repleta con un mismo objetivo común.
¿Hasta qué punto esto es cierto? ¿Realmente es excluyente la una de la otra?
La educación personalizada, significa poder adaptar el diseño curricular anual a las necesidades específicas de cada alumno, esa adaptación se debe intentar llevar a cabo entre sus compañeros, dentro de la misma aula para no coartar su sociabilidad y poder dar lugar a un aislamiento del niño. Es necesario que para estas adaptaciones y para que pueda darse una educación personalizada correcta estén involucrados todos los agentes educativos posibles y entre ellos la familia, parte muy importante en el correcto desarrollo del niño.
Este tipo de adaptaciones pueden ser muy diversas; físicas o curriculares, más específicas o más generales. Pero sólo cuando sea estrictamente necesario se optara por Escuelas Especiales, dado que el entorno esta englobado por gente con NEE y esto hace que el desarrollo del niño se limite.
Está claro que a día de hoy debe entenderse que cada niño es un mundo, que sus orígenes, sus entornos, sus aptitudes… son diferentes, y que esto lleva a desarrollar comportamientos tanto dentro del aula como fuera de ella totalmente diferentes. Es importante contar con el conocimiento de cada niño, de sus posibles limitaciones y sus virtudes, de sus gustos, sus motivaciones y de todo el entorno que se ve implicado en su aprendizaje y desarrollo.
Uno de los aspectos a potenciar dentro de su desarrollo será el aprendizaje social, el poder contar con una educación en un ambiente socializado. Es necesario que los niños cuenten con sus compañeros para poder desarrollarse, se da un aprendizaje más pleno y más rápido. Por eso se ve limitado el concepto de un aprendizaje fuera del aula. Es necesario la imitación, la investigación, el aprendizaje en grupo. Por ello como ya hemos dicho es importante que en la medida de lo posible las adaptaciones se den dentro del contexto habitual del niño, para no tener que contar con una posible exclusión. Ya es bastante para ellos tener que contar con mayor esfuerzo para poder sobrellevar sus adaptaciones como para poner trabas a su día a día con sus compañeros.
Todo esto nos lleva a pensar que la educación personalizada debe estar englobada dentro de una educación social, que ambas son complementarias y que deberían ir de la mano la una de la otra.
Articulo escrito por : DÉBORA GARCÍA MARTÍN (Licenciada en Pedagogía)
Dibujos niños por: Iruneh
