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SIETE PASOS PARA ENSEÑAR AL NIÑO A ENFRENTARSE AL FRACASO

SIETE PASOS PARA ENSEÑAR AL NIÑO A ENFRENTARSE AL FRACASO

La sobreprotección y el exceso de permisividad impiden al niño aprender a tolerar la frustración.

En la vida real hay situaciones buenas y de éxito, pero también las hay malas y de fracaso. El niño tiene que aprender a tolerar su frustración y las circunstancias problemáticas para poder enfrentarse de adulto a las situaciones adversas. Para que lo logre de forma natural, los padres deben evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad. Con el fin de poder llevar estas premisas a la práctica, existen siete pasos para enseñar a los hijos a enfrentarse al fracaso, que se detallan a continuación.

¡No puedo hacerlo!, ¡lo quiero ya!, ¡así no! Estas exclamaciones son habituales en los niños que están acostumbrados a no aceptar un no por respuesta y que son incapaces de asumir una frustración o un fracaso en cualquiera de las facetas de su rutina diaria. Muchos padres intentan por todos los medios suprimir o mitigar las fuentes que causan frustración en el niño y terminan por convertir cualquiera de sus fracasos en un nuevo éxito.

Según los especialistas, intentar complacer a los pequeños en todo y evitar que se sientan frustrados ante cualquier situación no es un buen camino para su desarrollo integral como persona, ya que de adultos deberán enfrentarse a circunstancias tanto de éxito como de fracaso. Los psicoterapeutas estadounidenses Dollard y Miller formularon en el siglo pasado su hipótesis de la frustración-agresión, según la cual la agresión es una respuesta frecuente a la frustración. Esta teoría defiende que, si no se enseña al niño a aceptar los fracasos, es posible que el pequeño desarrolle una actitud agresiva reincidente.
Aceptar los fracasos y las situaciones adversas requiere un aprendizaje por parte de los pequeños que los padres pueden enseñar mediante una serie de consejos.

1. No darle todo hecho: si se le facilita todo al niño y no se le permite hacer las cosas por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender, así, a enfrentarse al fracaso.

2. No ceder ante sus rabietas: las situaciones frustrantes derivan en muchos casos en berrinches y rabietas. Si los padres ceden ante ellas, el pequeño aprenderá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.

3. Ser ejemplo para los hijos: la actitud positiva de los padres a la hora de afrontar las dificultades es el mejor ejemplo para que sus hijos aprendan a solventar sus problemas.

4. Educarle en el esfuerzo: es necesario enseñar al niño que es necesario esforzarse; así aprenderá que el esfuerzo es, en muchas ocasiones, la mejor vía para resolver algunos de sus fracasos.

5. Marcarle objetivos razonables: hay que enseñar al niño a tolerar la frustración poniéndole objetivos realistas, pero sin exigirle que se enfrente a situaciones que, por su edad o madurez, sea incapaz de afrontar.

6. Convertir la frustración en aprendizaje: las situaciones problemáticas son una excelente oportunidad para que el pequeño aprenda cosas nuevas y las retenga. De esta forma, podrá afrontar por sí mismo el problema cuando vuelva a presentarse.

7. Enseñarle a ser perseverante: la perseverancia es esencial para superar situaciones adversas. Si el niño aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar su frustración en otras ocasiones.

 

Artículo por: Marta Vázquez-Reina

Ilustración: Manuel Trujillano M-B

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