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ENURESIS Y ENCOPRESIS

ENURESIS Y ENCOPRESIS

ENURESIS

Se considera Enuresis si durante un periodo no menor a tres meses  un niño se orina durante el día o la noche, con indiferencia de si es en la cama o no, o de si es voluntaria o involuntariamente al menos dos veces por semana. La enuresis diurna suele tender a ser menos habitual que la nocturna y se da con mayor frecuencia en la niñez mientras que en edades comprendidas entre siete y ocho años suele tender a disminuir. Hay ciertos estudios que confirman que la enuresis con cierta asiduidad tiende a ser mayoritaria en el sexo femenino.

Tipos de Enuresis

Se denomina enuresis primaria a aquella que el niño muestra desde su nacimiento en la cual los periodos de control vesical no están marcados. Por el contrario la enuresis que se desarrolla de una manera más significativa de control (seis meses – un año) es considerada enuresis secundaria, regresiva, de inicio o adquirida.

Las diferencias entre la  enuresis nocturna y diurna son diferenciadas y como hemos mencionado anteriormente suelen darse con mayor frecuencia en el sexo femenino, además, de obtenerse peores resultados con el uso de los tratamientos convencionales  en la enuresis diurna por ir acompañada de mayores alteraciones urológicas.

De tener indicios de una posible enuresis sería conveniente la recopilación de cierta información según los tipos ya mencionados.

En caso de enuresis diurna:

  • Si la perdida de orina antes de llegar a poder hacerlo en el baño es pequeña, o si por el contrario, moja su ropa en gran medida sin que le dé tiempo a llegar al baño.
  • Si al orinar vacía la vejiga en su totalidad o parcialmente.

En caso de enuresis nocturna:

  • Si el niño/a es capaz de detectar esa necesidad de orinar mientras duerme pero no se levanta para ir al baño.
  • Tener en cuenta el número de episodios por noche en los que moja la cama junto con el número de noches por semana.
  • Podemos medir la intensidad de los episodios a través de las manchas de orina.

En ambos casos:

  • Por el tipo de sueños que tiene el niño/a.
  • Urgencia con la que siente esta necesidad.
  • Si cuando orina siente algún dolor.
  • Siente la necesidad de ir al baño.
  • Número de episodios por día o semana.
  • La habilidad del niño/a para demorar su visita al baño.

Es conveniente mencionar que la enuresis suele tender a remitir con el paso del tiempo. En caso contrario siempre hay ciertas pautas que mejoran la calidad de vida en poco tiempo y que serán dadas por el especialista.

ENCOPRESIS

Es un trastorno por el cual se manifiesta una incontinencia voluntaria o involuntaria de heces en lugares que no son adecuados en el entrono sociocultural del niño.

En algunas ocasiones la encopresis pude estar ligada a anomalías del tipo metabólico, neurológico, anatómicas, etc.

En un principio tendríamos que determinar si la encopresis es primaria o secundaria.

  • Si es primaria lo primero que tendríamos que analizar son las costumbres y hábitos de defecación e higiene que el niño ha adquirido o aprendido. Tendremos que preguntar a los padres los métodos que enseñaron al niño para afrontar estos problemas(si los castigan, presionan en exceso al defecar), de esta manera tendremos una idea de si los comportamientos paternos son los adecuados.
  • Si es secundaria estudiaremos más en detalle las condiciones familiares, personales y del ambiente que les pudiera rodear y por supuesto asociadas al los primeros ensuciamiento (nacimiento de un nuevo miembro en la familia directa, alguna enfermedad, comienzo de un nuevo año escolar, separación de los padres, etc.

En caso de encopresis es útil el analizar si las heces en la defecación son duras o no lo son lo cual nos va a indicar si dicha encopresis es retentiva o no retentiva. En ciertas situaciones los niños pueden crear una asociación de dolor al tener que defecar heces duras dificultando su expulsión.  Esto podría incluso llevar a generar una fobia pretendiendo entretenerse para ir al baño cuando está realizando actividades de su gusto por ejemplo. Es primordial antes de nada averiguar si el niño es consciente de la necesidad de ir al baño.

Aspectos a tener en cuenta:

  • Tamaño, cantidad, y consistencia de las heces.
  • Con que frecuencia se desarrollan los episodios.
  • Si los episodios son diurnos o nocturnos.
  • Si las defecaciones son en la ropa o no.
  • Donde se dan estos accidentes.
  • Duración del problema.
  • Hay circunstancias que modifiquen la frecuencia de estos episodios?
  • Si el niño es consciente.

La encopresis puede llegar a crear en un niño ansiedad, depresión (tristeza, aislamiento), déficit de atención, hiperactividad, conductas de oposición, desobediencia, e incluso dificultades en el rendimiento académico.

Al igual que en la Enuresis, en la encofresis hay ciertas pautas que también mejoran la calidad de vida y que han de ser dadas por el especialista.

23 abril, 2014