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Problemas emocionales y de conducta

Problemas emocionales y de conducta

Los problemas emocionales y de conducta en la infancia no solo una preocupación para profesionales de la salud y educadores, también un reto para los padres.
Dichos padres y educadores son los que primero se dan cuenta de que algo no está funcionando adecuadamente con estos ya que son los que más tienen contacto con los niños y niñas. El rendimiento escolar y los problemas de conducta suelen ser los motivos de consulta más frecuentes de los profesores, mientras que los problemas de conducta entre hermanos s el más común entre padres. El conocer si estos síntomas y conductas suponen una parte normal del desarrollo o constituyen un patrón patológico, sería la finalidad de una evaluación.
Puesto que los profesores y padres son los que más conviven con estos niños son los informantes más idóneos para la detección de problemas infantiles ya que la prevención de estos , requiere una identificación temprana, y para ello es preciso que se origine de la observación de dichas personas que conviven con ellos.
Para que la valoración temprana sea rápida, asequible, fácil y efectiva es preciso contar con instrumentos de screening, ya que, como indican muchos investigadores, tienen muchas ventajas: economía de tiempo en la aplicación-interpretación, entrenamiento sencillo, evaluación de un amplio abanico de conductas, estandarización que facilita comparaciones normativas, posibilidad de obtener datos que podrían pasarse por alto en la observación no sistematizada, aportar información sobre niños y niñas que no pueden proporcionar ellos mismos, ya que se basan en juicios y observaciones de personas (padres y/o educadores) que los conocen bien.
Descipción del Screening de Problemas Emocionales y de Conducta Infantil (SPCEI)
El SPCEI es un cuestionario psicométrico que evalúa diez problemas emocionales y conductuales valorados por ¨el profesor¨ en niños de cinco a doce años. Cada categoría de problemas está definida con una etiqueta que identifica el problema, precedida por varios adjetivos y/o frases cortas que describen las conductas más comunes que expresan cada categoría diagnóstica.
Retraimiento (Retraído, inhibido, aislado, prefiere estar solo, reservado, poco activo.)
Se refiere a niños y niñas tímidos y/o con dificultades de relación social, introvertidos, y poco asertivos. Tienen un patrón de conducta caracterizado por un déficit en las relaciones interpersonales y una tendencia estable y acentuada a evitar o escapar del contacto con otras personas. Por ello prefieren estar solos, hablan poco y se manifiestan inhibidos en su conducta social y en su comportamiento
Somatización (Se queja de molestias, dolores de cabeza, dolor de estómago, falta a clase por enfermedad.)
La somatización es la expresión física del malestar en los niños sin que existan causas médicas del todo justificables. Los niños suelen quejarse de diversos síntomas que no les permiten funcionar adecuadamente, como dolores de cabeza, abdomen, espalda y pecho. Con frecuencia faltan a clase por enfermedad, debido a las numerosas molestias físicas que presentan.
Ansiedad (Ansioso, nervioso, temeroso, inseguro, preocupado, alerta sobre lo que piensan de él.)
Estado de intranquilidad y nerviosismo ante una situación específica o de forma permanente. Se manifiesta en los niños y niñas como nerviosismo, inquietud y tensión interior, así como con cierta alerta y preocupación por lo que piensen de uno mismo o por lo que les pueda pasar. Son niños temerosos e inseguros, especialmente ante situaciones específicas que les crean inseguridad, desconcierto o miedo.
Infantil-Dependiente (Infantil, dependiente, inmaduro, prefiere niños más pequeños, baja autoestima)
Es un tipo de comportamiento o conjunto de conductas que los niños presentan de forma reiterada y que no se corresponde con lo “esperable” o normativo para su edad de desarrollo. Estos niños muestran comportamientos propios de otros más pequeños, como lloriqueos, dependencia de los adultos, juegan con niños más pequeños… También es propio del infantilismo la inmadurez emocional y escolar. Estos niños se sienten inseguros con sus iguales y tienen baja autoestima.
Problemas de Pensamiento (Pensamientos raros, difícil de catalogar, habla o dice cosas incoherentes, atípico)
Se trata de niños cualitativamente distintos en su desarrollo cognitivo, y generalmente, social y verbal. El desarrollo es atípico desde que son pequeños y sorprenden por lo inadecuado o incoherente de su razonamiento, y por un lenguaje verbal carente de lógica. La desorganización mental y verbal indica un problema importante a nivel de estructura mental (cognitivo).
Atención-Hiperactividad (Problemas de atención, inatento en clase, no se concentra, se distrae con todo, muy movido, no para, muy activo e inquieto.)
Niños con dificultades para concentrarse y prestar atención, tanto en clase como fuera de ella. Todos los estímulos les llaman la atención y se dispersan fácilmente, sin poder rendir en las tareas. Suelen ser mucho más activos o impulsivos de lo que es esperable para su edad. Tienen poca paciencia en las dificultades y poca tolerancia a la frustración. Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en el aprendizaje y en las relaciones sociales. Algunas veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas de comportamiento.
Conducta Perturbadora (Mal comportamiento, mentiras, palabrotas, hace novillos, contesta, molesta en clase, llama la atención.)
Se trata de la conducta disruptiva en el aula. Son niños que su comportamiento sigue un patrón de falta de disciplina y desobediencia, que mienten con frecuencia, contestan a los educadores y dicen palabras malsonantes ante los demás. Suelen faltar a clase sin autorización de los adultos y, en general, molestan, llaman la atención y se oponen a las normas establecidas, perturbando la marcha de la clase.
Rendimiento Académico (No estudia, no hace las tareas, no trabaja, es vago, le falta motivación, no le interesa el trabajo escolar)
Se trata de niños y niñas con un rendimiento académico por debajo del promedio esperado para su edad, sin que la inteligencia sea el origen del problema. Son apáticos e indiferentes ante el estudio, no tienen motivación ni interés por el aprendizaje, y todo les parece demasiado trabajo. Por ello, apenas se disponen ni se esfuerzan en ninguna actividad.
Depresión (Triste, depresivo, se aburre con todo, apático, llora con frecuencia)
Situación afectiva de tristeza en mayor intensidad y duración que lo que se espera en un niño o niña. Se manifiesta como aburrimiento, falta del sentido del humor, baja autoestima, apatía por las cosas y sentimiento de no ser querido. Son niños y niñas con el llanto fácil y pocas cosas les producen placer o diversión, o solo momentáneamente
Conducta Violenta (Muy agresivo y violento, fanfarrón, cruel, agrede a otros, burlón, amenaza a los demás, roba.)
Conductas de alta agresividad con conciencia de hacer daño físico o psíquico a otro. Estos niños y niñas apenas se muestran culpables o arrepentidos por ello. Tiene diversas manifestaciones conductuales: robos, amenazas, golpes, burlas, humillaciones, acoso, conductas de vandalismo o crueldad con animales. Su comportamiento es fanfarrón y, especialmente en los de mayor edad, algunas de sus conductas están en el límite de la transgresión de la ley.
La prueba permite obtener una valoración global del nivel de problemas emocionales y de conducta que manifiesta el niño o niña, así como información sobre los dos factores o escalas que configuran la prueba: problemas internalizantes y problemas externalizantes. La contestación a estos diez ítems permite obtener tres puntuaciones directas:
1. Puntuación en la escala de problemas internalizantes: los problemas internalizantes son conductas de contenido emocional y expresan un modo desadaptativo de resolver los conflictos, en el sentido de que la expresión de los mismos es de orden interno (predomina la inhibición, y se altera el pensamiento, el desarrollo y la autonomía infantil). En el SPECI la escala de problemas internalizantes hace referencia a síntomas relacionados con retraimiento, depresión, problemas de pensamiento, conductas infantiles-dependientes, conductas de ansiedad y quejas somáticas.
2. Puntuación en la escala de problemas externalizantes: los problemas externalizantes son conductas asociadas a la expresión de conflictos emocionales hacia fuera, es decir, a la exteriorización de la agresión, a la actuación o descarga impulsiva y a la incapacidad de centrarse en el rendimiento académico. En el SPECI la escala de problemas externalizantes hacen referencia a conductas perturbadoras, falta de atención y síntomas de hiperactividad, problemas de rendimiento académico y conducta violenta.
3. Puntuación en la escala total: valoración global del nivel de problemas emocionales y de conducta que manifiesta el niño.
Para interpretar los resultados del SPECI se transforman las tres puntuaciones directas en percentiles, y esto permite evidenciar si comparado con un grupo de niños y de niñas de esa edad, el niño objeto de evaluación tiene o no un nivel alto de problemas. La prueba dispone de baremos en puntuaciones percentiles para cada sexo en función de la edad. Además, teniendo en cuenta la puntuación directa, las normas interpretativas incluidas en la hoja de respuestas del SPECI permite identificar rápidamente si el niño “tiene un problema”, “está en una situación de riesgo”, o “no tiene problemas” desde la evaluación realizada por el profesor y/o del orientador. Aunque la prueba no dispone de baremos para padres, puede ser útil solicitar a los padres su cumplimentación y contrastar los resultados con la valoración del profesor. La facilidad de comprensión de las categorías y su rapidez de aplicación permite que sea fácilmente utilizable también por los padres que pueden aportar su observación a la evaluación del profesor.