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TRASTORNO DE LA ALIMENTACIÓN

TRASTORNO DE LA ALIMENTACIÓN

Las características primordiales en los trastornos alimentarios en los niños son esas alteraciones graves en la conducta alimentaria. Los trastorno de la ingestión más habituales son:

  1. Anorexia nerviosa.

Conlleva esa fobia a ganar peso anteponiendo la salud mínima para la normalidad. Este trastorno puede llevar  a los niños en edades tempranas a una carencia de aumento de peso lo que no significa en altura. Esto es debido a la creación de una realidad alterada de la percepción normal del peso y silueta corporal. Una marcada pérdida de peso en un trastorno como la Anorexia nerviosa puede conllevar irritabilidad, retraimiento social, insomnio, depresión, mentiras compulsivas, etc.

  1. Bulimia nerviosa.

Se caracteriza por esa utilización de métodos compensatorios inapropiados como el pegarse atracones de comida para de esta manera poder evitar el ganar peso. Para que se pueda empezar a consideran Bulimia estas conductas mencionadas anteriormente han de repetirse un promedio de dos veces a la semana durante tres meses o más. No sería tanto la ansiedad con la que se ingieren estos alimentos sino más bien la cantidad anormal. La provocación del vomito es claramente otro de los conductas inapropiadas (como la purga en niños con bulimia), o incluso el poder estar sin comer días después de un atracón o acompañarlo con purgantes. Los niños con bulimia nerviosa pueden presentar una  baja autoestima o una leve depresión.

  1. Trastorno de la conducta alimentaria no especificado.

Son aquellos que no siguen ningún patrón o criterio para ninguno de los trastornos de la conducta alimentaria específica. El masticar y expulsar sin tragar grandes cantidades de comida sería un claro ejemplo de este trastorno.

Müller enumera ciertas pautas o indicativos a los que hay que estar atentos en las actitudes de los niños para poder prevenir un posible problema alimenticio con el fin de poder rectificar a tiempo ese trastorno si lo tuviera.

  • Las personas con trastornos alimenticios tienden a obtener unas costumbres un tanto especiales a la hora de alimentarse. Llegan a crearse ciertos rituales a la hora de comer. Un ejemplo notorio podría ser el jugueteo con la comida, el eliminar numerosos alimentos o incluso el separarlo en pedacitos.
  • El intentar crear confianza. Las personas con este tipo de trastorno tienden a adquirir una personalidad rodeada de mentiras en la que indudablemente intentan esconder varias de sus conductas. Tienden a vomitar en secreto, tomar laxantes, ocultar comida, etc.
  • Es frecuente también el que intenten ocultar su pérdida de peso mediante la utilización d múltiples capas de ropa para así crear un efecto óptico aumentando su volumen.

En el caso de los papás es siempre conveniente crear esa confianza con la que el niño pueda llegar a transmitirles lo que le pasa. Si se diera el caso de una bajada brusca de peso es necesario explicarle y hacerle entender que tiene un problema por lo que es necesario visitar a un especialista. Como padres es significativo el fortalecer, en la medida de lo posible la autoestima de los hijos haciéndoles entender que cada persona tiene un cuerpo diferente, ni mejor, ni peor. Enseñar a los hijos a que defiendan sus opiniones e ideas, el no utilizar la comida como premio o castigo, y el que entiendan la peligrosidad de una mala dieta no controlada son algunas de las pautas a seguir por parte de los padres en la lucha contra un trastorno tan serio como el de la alimentación.

13 marzo, 2014