Los califican de niñas o niños problemáticos, con un espíritu destructivo e insensible a los castigos. Son inquietos y nerviosos, y difíciles de educar, ya que les cuesta mantener la atención durante mucho tiempo, lo que puede generarles problemas en su rendimiento escolar.
Nos referimos a la hiperactividad infantil, un trastorno en la conducta de los niños y niñas que no saben estarse quietos en ningún lugar. Van de un lugar a otro, empiezan a hacer algo, pero luego lo abandonan, pues se aburren rápidamente.
Este trastorno conductual fue descubierto en 1914 por el Dr. Tredgold, quien señaló que las causas se deben a una disfunción cerebral mínima que afecta el área del comportamiento, de ahí que los niños y niñas tengan reacciones explosivas, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos.
¿Cómo reconocer, según la edad, a una niña o niño hiperactivo?
De 0 a 2 años, presentan problemas en el ritmo del sueño, se despiertan sobresaltados, son sensibles a los ruidos y manifiestan irritabilidad.
De 2 a 3 años, tienen inmadurez para expresarse oralmente, y escasa conciencia de peligro, por lo que están expuestos a sufrir accidentes.
De 4 a 5 años, les cuesta adaptarse socialmente, son desobedientes y no cumplen las normas establecidas.
A partir de los 6 años, son impulsivos, tienen déficit de atención, dificultad para aprobar las asignaturas escolares. Su comportamiento antisocial puede generarles problemas de adaptación con su entorno.
Existen diversos tratamientos para este tipo de conducta infantil, entre ellos el psicoterapéutico, que busca mejorar el ambiente familiar y escolar, de tal manera que el niño o niña puedan integrarse a su entorno, a la vez que se les aplica técnicas de modificación de conducta.
El tratamiento cognitivo tiende a enseñarle al niño o niña la realización de diversas tareas, a planificar sus actos y mejorar su lenguaje interno. Se les enseña a concentrarse en cada actividad que deben realizar y verificar luego los resultados de ello.
Errores que cometen los padres y madres con un niño o niña hiperactiva
Es común que en la familia se piense que un hijo o hija hiperactiva actúa así porque es inmadura y maleducada, y por ello muchas veces les aplican severos castigos como una forma de corregirles. Esto puede generar muchos conflictos internos entre los niños y sus padres.
Las consecuencias de no saber cómo tratar a un hijo o hija hiperactiva pueden fomentar baja autoestima en ellos. Si los padres se dedican a llamarles la atención todo el tiempo, a castigarles o criticarles por las cosas que hacen, al final el niño o niña no tratará de esforzarse para corregirse, pues sabrá que siempre lo criticarán por lo que haga o no haga.
Es importante que los padres y madres observen a sus hijos, y si notan este tipo de comportamiento inusual en ellos los lleven a un especialista que los diagnostique. Darles amor, comprenderles y ayudarles será vital para que estos niños y niñas con hiperactividad puedan cambiar su modelo de conducta poco a poco.
Texto redactado por: Amelia Villanueva Ramirez